 Del adjetivo latino serenus, serena, que significa tranquilo - tranquila, apacible, brillante, feliz. Este adjetivo se refiere en su origen al tiempo atmosférico, sobre todo al aspecto del cielo, y por analogía se ha extendido su aplicación a otras cosas y en especial ha pasado a denominar un estado anímico tan alegre y luminoso como un cielo despejado. Es ciertamente un nombre muy singular, evocador y de extraordinaria belleza, que mantiene su condición de selecto y exquisito, por lo que no se ha extendido en exceso. |