Cada cierto tiempo, la humanidad es protagonista de una Revolución, es decir, de un cambio de paradigma que lo lleva a establecer una realidad sobre nuevas bases. En otras palabras, el ser humano, a veces sin siquiera darse cuenta por completo, experimenta fuertes transformaciones que ponen en crisis el sistema anterior que existía.
Las revoluciones se pueden dar en diversos ámbitos de nuestra vida. A lo largo de la historia se han sucedido revoluciones agrícolas, industriales y económicas; revoluciones religiosas y culturales; revoluciones políticas y sociales. Por lo general, estos cambios vienen de la mano de cambios en las relaciones de poder y en las posibilidades que tiene cada ser humano para llevar una mejor calidad de vida, por lo tanto, en muchas ocasiones las revoluciones han sido difíciles.
Recordemos los cambios que generaron el desarrollo de la agricultura, la rueda o la imprenta. O la teoría heliocéntrica de Nicolás Copérnico. O las Revoluciones Industriales que se han llevado a cabo en los tiempos modernos. O la Revolución cultural que se realizó en la China del siglo pasado. O la Revolución Rusa. O la Revolución de las flores, como llamaban los hippies del '68 a la manifestación pacífica de su forma de encarar la vida.
|